Ese domingo 27 de febrero de 1961 fue típico del verano tucumano. Tras una tarde de intenso calor, se descerrajó un fuerte chaparrón en el momento culminante de la inauguración del lago San Miguel en el parque 9 de Julio.

El paseo, en ese tiempo, era de jurisdicción provincial, no municipal. La crónica del día siguiente cuenta que había una nutrida concurrencia: a la mañana, el primer concurso de pesca infantil con 559 pescadores. Uno de los ganadores, Víctor Hugo Acosta, de 9 años, fue paseado en bote mostrando el bagre de 800 gramos que había pescado. También hubo un certamen de remos, y a las 20.30, el acto de las autoridades que resultó pasado por agua. Estaban, entre otros, el presidente del Senado, Cruz Alfredo Fajre, el ministro de Salud Pública, Napoleón Baaclini y el RP Isidro del Balsols. Se cantó el Himno y el sacerdote bendijo las aguas; luego las autoridades recorrieron el lago en una lancha del club Náutico y Pesca, engalanada con flores, faroles y banderines, bajo una persistente llovizna. Y concluye la crónica: “Finalmente, se encendieron fuegos artificiales, mientras el público hacía abandono del lugar por lo que ya era fuerte lluvia”.